Crónica de la concentración en Vigo por la unidad de España

El día 7 de octubre, fiesta de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, los carlistas de Vigo nos unimos a una concentración en defensa de la unidad de España que tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad.


Fuimos convocados por WhatsApp por un anónimo para las 19:00 p.m. y a esa hora estábamos preparados con la bandera de España del Sagrado Corazón y con nuestra recién acabada pancarta que habíamos preparado para la ocasión. En esta pancarta se leía el tan augusto y tradicional lema carlista: «Todo por la Patria y la Patria por Dios».


Con esta idea e intención y, teniendo en cuenta las recomendaciones de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, así como de su Secretaría Política, habíamos preparado un discurso cuyo contenido estaba compuesto por fragmentos de los textos políticos de Vázquez de Mella (de rabiosa actualidad) y del comunicado del Señor. La base del breve texto (que a continuación ponemos a disposición) era la defensa de la verdadera catalanidad, de la armonía regionalista y del federalismo histórico de las Españas, como cauce y equilibro de la indivisible unidad Patria en el respeto absoluto a las libertades y peculiaridades de cada reino, principado y señorío hispánico:

   Hoy es siete de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario y por ello conmemoramos el aniversario de la heroica batalla de Lepanto. Tal fecha nos lleva a la gloriosa historia de España; una historia de Conquista y Reconquista, una Historia que forja su base en la Cruz y que une a pueblos y culturas diversas en la Verdad mayúscula. Porque espíritu nacional no es contrario al regional, sino que es la síntesis de los espíritus regionales. ¡Ay de aquel que, queriendo favorecer el espíritu de una nación, trate de mermar los atributos y caracteres de los espíritus regionales que, al comunicarse y unirse, la han engendrado!

   Tenemos una vida peculiar, propia, que cada región en mayor o menor grado conserva. Y tiene cada región rasgos comunes con todas las demás. Hay una historia colectiva común y otra propia, particular. Hay que afirmar íntegramente las dos. Debemos afirmar el espíritu regional en toda su pureza; pero también hemos de ser conscientes que, si se arrancase una sola historia regional, la común de España queda mutilada y se hace incomprensible.

   Cataluña es parte fundamental e inseparable de la Corona de Aragón, que integra la Monarquía española. Es una región españolísima. Cualquier argumentación en contrario ignora la realidad y contradice la historia. No caigamos en la negación de la catalanidad para conseguir una exaltación de España. Haciendo éso, sólo conseguimos caer en la trampa del separatismo enfermizo e histérico. Cataluña es región clave y protagonista de nuestra Historia y su sola afirmación implica de por sí una afirmación de España. Catalanidad es Hispanidad.

¡Viva Cataluña española!

¡Viva España!

Debido al pretendido carácter anónimo y apolítico de la concentración y a que el que la convocó no hizo acto de presencia, el silencio en la manifestación era, no sólo patente, sino palmario. Impulsados por la inquietud de una buena señora, que era ajena a la Santa Causa, nos dispusimos a abanderar el encuentro con la lectura de nuestro discurso frente a todos los concentrados. 

Ante el silencio y curiosidad de la multitud allí congregada nuestro compañero Jaime, custodiado por los demás compañeros, leyó el discurso, que, en justicia, hace honor al ideario que recibimos y por el que luchamos y al mismo tiempo es muy oportuno al momento que atraviesa nuestra patria. Tras los aplausos que siguieron al discurso y conminados por la fortaleza de otra buena señora improvisamos al final un breve reconocimiento a la labor de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército español, al que añadimos los correspondientes vivas a cada uno.

Finalizado el acto, muchas personas se nos acercaron interesadas en conocer acerca de la Causa y  tuvimos ocasión de compartir impresiones sobre la grave situación de España.